Ezequiel
Visión
El libro de Ezequiel es un libro de la Biblia hebrea y del Antiguo Testamento cristiano. Es una colección de profecías y enseñanzas atribuidas al profeta Ezequiel, quien vivió en el siglo VI a.C. y sirvió como profeta para los judíos durante el exilio babilónico. El libro de Ezequiel abarca una amplia gama de temas, incluyendo el juicio y la redención del pueblo de Dios, la venida del Mesías y la restauración del Reino de Dios. El libro incluye varias profecías sobre el exilio babilónico y la caída del Reino de Judá, así como visiones del futuro restablecimiento y prosperidad del reino de Dios. Las figuras clave en el libro de Ezequiel incluyen a Ezequiel, así como a los reyes de Judá, como Jeconías y Sedequías. El libro también menciona a otras personas, como los babilonios, los persas y el Mesías, quienes son los sujetos de las enseñanzas y profecías del profeta. El libro también incluye varias referencias a Dios y sus acciones, así como expresiones de confianza y dependencia en él.

Ezequiel
Visión
El libro de Ezequiel es un libro profético del Antiguo Testamento, escrito por el profeta Ezequiel. Está dividido en 48 capítulos y es el tercero de los Profetas Mayores. El libro de Ezequiel está ambientado durante el exilio babilónico de los judíos en el siglo VI a.C. El libro de Ezequiel comienza con una visión de Dios, que se le aparece a Ezequiel en un carro de fuego. Dios comisiona a Ezequiel para que sea profeta de los israelitas, y para advertirles de las consecuencias de sus pecados. Ezequiel es luego llevado a Jerusalén, donde se le muestra las abominaciones del pueblo. Luego es llevado al templo, donde se le muestran la idolatría y otros pecados del pueblo. El resto del libro de Ezequiel es una serie de profecías y advertencias de Dios al pueblo de Israel. Dios les advierte de las consecuencias de sus pecados, y del juicio venidero de Dios. También les promete un futuro de restauración y redención si se arrepienten y se vuelven hacia Él. El libro de Ezequiel es un poderoso recordatorio de las consecuencias del pecado y la necesidad de arrepentimiento. Es un recordatorio de que Dios es un Dios de justicia y misericordia, y que juzgará a aquellos que no se vuelvan hacia Él. Es también un recordatorio de la esperanza de redención y restauración que está disponible para todos los que se vuelvan hacia Él.
Capítulos
Explora todos los capítulos de Ezequiel.
La Visión de la Gloria de Dios
Ezequiel 1
El libro de Ezequiel comienza con una visión que el profeta tuvo de la gloria de Dios, la cual presenció mientras estaba exiliado en Babilonia. La visión estaba llena de imágenes increíbles, incluyendo cuatro criaturas vivientes, cada una con cuatro caras, ruedas dentro de ruedas, y un trono brillante como zafiro.
Ezequiel llamado a ser profeta
Ezequiel 2
En el segundo capítulo del libro de Ezequiel, el profeta recibe una visión de Dios. Él ve una gran tormenta acercándose, acompañada de relámpagos y truenos. En medio de esta visión, Dios llama a Ezequiel para ser profeta ante la nación de Israel. A pesar de los desafíos que enfrentará, se le ordena a Ezequiel que hable la palabra de Dios a los israelitas.
El llamado y comisión de Ezequiel
Ezequiel 3
En el capítulo 3 de Ezequiel, Dios llama y comisiona a Ezequiel como profeta para los israelitas en el exilio. Se le da a Ezequiel un rollo para comer, simbolizando las palabras de Dios que proclamará. También se le advierte que la gente no lo escuchará debido a su terquedad y rebeldía.
Ezequiel actúa una simulación de un asedio contra Jerusalén
Ezequiel 4
En el capítulo 4, Dios le da a Ezequiel una extraña orden de simular un asedio contra un modelo de Jerusalén. Dios le dice a Ezequiel que se acueste de un lado por 390 días para representar el castigo que vendrá sobre Israel, y luego acostarse del otro lado por 40 días para representar el castigo de Judá. Durante este tiempo, a Ezequiel solo se le permite comer una pequeña cantidad de pan horneado sobre estiércol.
Juicio y Exilio Predichos de Jerusalén
Ezequiel 5
En Ezequiel 5, el profeta Ezequiel recibe instrucciones de Dios para afeitarse la cabeza y la barba con una espada como símbolo del juicio venidero sobre Jerusalén. El cabello representa al pueblo de Jerusalén, que será dispersado y perseguido entre las naciones. El capítulo predice los horrores que enfrentará la ciudad, incluyendo hambre, peste y guerra.
El Juicio de Dios sobre la Idolatría de Israel
Ezequiel 6
En Ezequiel 6, el Señor habla a través del profeta Ezequiel, declarando su juicio sobre Israel por su idolatría desenfrenada. Promete que sus ciudades serán devastadas, sus altares e ídolos destruidos y el pueblo dispersado entre las naciones. Sin embargo, incluso en su ira, el Señor muestra misericordia, prometiendo perdonar a un remanente de su pueblo fiel.
El Día de la Ira del Señor
Ezequiel 7
En el capítulo 7 de Ezequiel, el profeta entrega un mensaje del Señor declarando la destrucción inminente y el juicio que vendrá sobre el pueblo de Israel. El capítulo describe la completa devastación de Jerusalén y las áreas circundantes como resultado de su rebelión contra Dios.
Una visión de la idolatría en el Templo
Ezequiel 8
En el capítulo 8 de Ezequiel, el profeta recibe una visión de Dios que revela la extensión de la idolatría en Israel. Es transportado en espíritu al templo de Jerusalén, donde es testigo de la adoración de falsos dioses por los líderes de Israel.
La Partida de la Gloria de Dios
Ezequiel 10
En el capítulo 10 de Ezequiel, el profeta ve una visión de la gloria de Dios dejando el templo en Jerusalén. Esta partida va acompañada de la manifestación de querubines y las brasas ardientes del juicio. A pesar de su papel como protectores del templo, ni siquiera los querubines pueden evitar la partida de la gloria de Dios de un pueblo malvado e impenitente.
Promesa de restauración de Dios
Ezequiel 11
En Ezequiel 11, Dios revela a Ezequiel que los ancianos malvados en Jerusalén serán castigados y exiliados, pero un remanente de personas fieles será restaurado a la tierra. Mientras la gloria del Señor se aleja de la ciudad, Ezequiel ve la presencia de Dios moverse al Monte de los Olivos fuera de la ciudad, indicando su continua presencia con su pueblo incluso durante su exilio.
Actos simbólicos y falsos profetas
Ezequiel 12
En el capítulo doce del libro de Ezequiel, Dios instruye a Ezequiel a realizar varios actos simbólicos que representan el próximo exilio de Judá. Estas acciones incluyen empacar una bolsa y cavar un agujero a través de una pared. El capítulo también advierte sobre los falsos profetas que profetizan mentiras y engañan al pueblo.
Falsos profetas y su caída predicha
Ezequiel 13
En el capítulo 13 de Ezequiel, el Señor habla a través del profeta Ezequiel, condenando a los falsos profetas que engañan al pueblo con mensajes de paz cuando no hay paz. Estos profetas hablan mentiras para aumentar su popularidad y ganancias financieras. El Señor declara que traerá juicio sobre ellos y sus falsas profecías, exponiéndolos por lo que realmente son.
Falsos profetas condenados
Ezequiel 14
En el capítulo 14 de Ezequiel, Dios habla a Ezequiel sobre los falsos profetas que han desviado a su pueblo. Advierte que estos individuos serán responsables de sus acciones y que no podrán salvarse a sí mismos ni a sus seguidores del juicio inminente.
La Vid Inútil
Ezequiel 15
En el capítulo 15 de Ezequiel, el profeta recibe un mensaje del Señor sobre el pueblo de Jerusalén. Son comparados con una vid inútil que no puede ser usada para nada, ni siquiera para hacer un utensilio o clavo. Como resultado, el Señor declara que pondrá su rostro en contra de ellos y los castigará por su desobediencia.
La Jerusalén infiel
Ezequiel 16
En Ezequiel 16, el Señor habla al profeta Ezequiel sobre la historia de Jerusalén y su constante infidelidad hacia Dios. Utilizando una metáfora de una niña recién nacida que es rescatada y criada por un esposo amoroso, Dios relata cómo Jerusalén fue rescatada, cuidada y bendecida pero aún así se apartó de Dios y adoró a otros dioses. El capítulo termina con una advertencia de que Jerusalén enfrentará juicio por sus pecados.
Parábola de los Dos Águilas y la Vid
Ezequiel 17
En el capítulo 17 de Ezequiel, Dios utiliza la parábola de dos águilas y una vid para juzgar y condenar al liderazgo de Judá por su falta de fe y desobediencia. El primer águila representa a Nabucodonosor de Babilonia, quien toma una pequeña rama de Judá y la planta en su propio jardín. El segundo águila representa a Egipto, quien intenta revivir la vid ofreciendo protección, pero fracasa. En última instancia, Dios promete tomar asuntos en sus propias manos y restaurar el reino de Judá.
Responsabilidad por las propias acciones
Ezequiel 18
En el capítulo 18 de Ezequiel, el profeta enfatiza la importancia de la responsabilidad personal por las acciones de uno. Refuta la noción de que los hijos heredan la culpa o la justicia de sus padres y destaca que cada persona es responsable de sus propias elecciones, tanto buenas como malas. Dios desea que los malvados se aparten de sus caminos y vivan, y que los justos no se vuelvan complacientes en su obediencia.
Un Lamento por los Príncipes de Israel
Ezequiel 19
En el capítulo 19 de Ezequiel, el profeta utiliza una lamentación fúnebre para llorar la caída de la familia real de Israel. Compara a los reyes y príncipes de Israel con una leona y sus cachorros, enfatizando su poder y prominencia. Sin embargo, su arrogancia y desobediencia finalmente los conducen a su ruina, de manera similar a la leona que pierde a sus cachorros y poder.
La Ira y Misericordia de Dios sobre Israel
Ezequiel 20
En el capítulo 20 de Ezequiel, Dios analiza la historia de rebeldía de Israel hacia Él. Detalla cómo los israelitas adoraron a dioses falsos y participaron en prácticas pecaminosas, lo que resultó en su exilio en Babilonia. A pesar de esto, Dios muestra su misericordia hacia Israel al prometer restaurarlos a su tierra natal y perdonar sus pecados.
La Espada del Juicio
Ezequiel 21
En el capítulo 21 de Ezequiel, Dios habla al profeta sobre la espada del juicio que caerá sobre Jerusalén y el pueblo desobediente de Israel. Utiliza una imaginería vívida para describir la espada y la destrucción que causará, advirtiendo al pueblo que se arrepientan y se vuelvan a Él antes de que sea demasiado tarde.
La Ciudad Pecaminosa y sus Consecuencias
Ezequiel 22
Ezequiel 22 describe el estado pecaminoso de Jerusalén y el juicio que Dios traerá sobre la ciudad como resultado. El capítulo destaca diversas formas de maldad, incluyendo la opresión, la idolatría y la inmoralidad sexual, y representa una sociedad que se ha apartado de Dios y se ha vuelto hacia el mal. En última instancia, el capítulo enfatiza la gravedad del pecado y la importancia del arrepentimiento.
Las Hermanas Infiel
Ezequiel 23
En Ezequiel 23, el profeta recibe una visión de Dios acerca de dos hermanas, Oholá y Oholibá, quienes representan los reinos de Israel y Judá. Ambas hermanas han cometido adulterio e idolatría, abandonando su pacto con Dios. Dios expresa su enojo y juicio contra ellas, y enfrentarán la destrucción y cautividad como resultado de sus acciones.
La Parábola de la Olla de Cocina
Ezequiel 24
En el capítulo 24 de Ezequiel, Dios utiliza una parábola de una olla de cocina para ilustrar la inminente condena de Jerusalén. La olla de cocina representa a la ciudad y a su gente, que están llenas de corrupción y maldad. Dios ordena a Ezequiel llenar la olla con trozos selectos de carne y hervirla, demostrando cómo la ciudad será destruida y la gente en su interior sufrirá. El capítulo termina con Dios declarando que el pecado y la desobediencia del pueblo no quedarán impunes.
Profecías contra las naciones vecinas
Ezequiel 25
En el capítulo 25 de Ezequiel, Dios habla a través del profeta Ezequiel, entregando profecías contra naciones vecinas. Las naciones de Amón, Moab, Edom, Filistea y Tiro enfrentarán juicio y castigo por su desobediencia hacia el pueblo de Dios, y por celebrar la destrucción de Israel.
El Lamento por Tiro
Ezequiel 27
En el capítulo 27 de Ezequiel, el profeta lamenta la caída de la gran ciudad de Tiro, un importante centro comercial del mundo antiguo. Describe el esplendor y el éxito comercial de la ciudad, pero luego predice su ruina debido a su orgullo, arrogancia e idolatría. El capítulo sirve como advertencia a otras naciones y como recordatorio del juicio de Dios sobre aquellos que ignoran sus mandamientos y persiguen sus propios objetivos egoístas.
Una Profecía Contra el Rey de Tiro
Ezequiel 28
En Ezequiel 28, el profeta entrega un mensaje de Dios al rey de Tiro, condenando su orgullo y arrogancia. El rey es comparado con una criatura magnífica pero falible, destinado finalmente a la destrucción por su negativa a reconocer su propia mortalidad y dependencia de lo divino.
Juicio de Dios sobre Egipto
Ezequiel 29
En Ezequiel 29, Dios profetiza a través del profeta Ezequiel sobre la inminente destrucción de Egipto debido a su arrogancia y negativa a reconocer el poder supremo de Dios. Dios declara que utilizará a Babilonia como su instrumento de juicio contra Egipto y que la nación, que una vez fue grande, se convertirá en un páramo desolado durante 40 años.
Un Día de Juicio para Egipto
Ezequiel 30
El Señor profetiza a través de Ezequiel la llegada de un día de juicio para Egipto. Predice que Babilonia, con la ayuda de otras naciones, conquistará a Egipto y lo dejará desolado. Esto será castigo por la arrogancia y la idolatría de Egipto, así como una advertencia para otras naciones que se han desviado de Dios.
Un lamento por el Faraón y sus aliados
Ezequiel 32
En el capítulo 32 de Ezequiel, el profeta continúa su oráculo contra Egipto, lamentando específicamente la caída del faraón y sus aliados. El capítulo describe la inminente destrucción y humillación de Egipto como castigo por su orgullo y arrogancia. Ezequiel también compara la caída de Egipto con la de otras naciones que han sido humilladas por Dios.
La Responsabilidad del Vigilante
Ezequiel 33
En Ezequiel 33, Dios llama a Ezequiel para ser un vigilante sobre su pueblo, responsable de sonar la alarma cuando el peligro está cerca. El capítulo resalta la responsabilidad del vigilante de advertir al pueblo sobre el juicio inminente y las consecuencias de sus acciones pecaminosas.
El Señor, el Pastor de Su Rebaño
Ezequiel 34
En el capítulo 34 de Ezequiel, el Señor reprende a los pastores de Israel por no cuidar de su rebaño, lo que ha llevado a la dispersión y sufrimiento de su pueblo. Promete venir y reunir a sus ovejas Él mismo, llevándolas a pastos verdes y aguas tranquilas, y juzgar entre las ovejas gordas y flacas. El capítulo termina con el Señor afirmando su pacto con su pueblo y prometiendo establecer un nuevo pacto de paz con ellos.
El Juicio sobre el Monte Seír
Ezequiel 35
En Ezequiel capítulo 35, el Señor presenta un mensaje de juicio contra el Monte de Seir, el territorio de Edom. Los edomitas habían sido históricamente hostiles hacia el pueblo de Israel, y ahora enfrentarán las consecuencias de sus acciones. El Señor promete convertir al Monte de Seir en una desolación y un páramo, sin ningún habitante quedando.
Restauración de Israel Predicha
Ezequiel 36
En el capítulo 36 de Ezequiel, Dios habla a través del profeta Ezequiel, anunciando la restauración de Israel. Promete restaurar la tierra, aumentar la población, poner fin a la hambruna y limpiar al pueblo de sus pecados. Dios declara que lo hará no porque los israelitas lo merezcan, sino por su promesa de pacto con ellos.
La Visión del Valle de los Huesos Secos
Ezequiel 37
En Ezequiel 37, el profeta recibe una visión de un valle lleno de huesos secos. Dios desafía a Ezequiel a profetizar a los huesos y cobran vida, representando la restauración del pueblo de Israel. Dios promete reunir a su pueblo de todo el mundo, avivarlos, darles un nuevo espíritu y un nuevo corazón.
La Invasión de Gog y Magog
Ezequiel 38
En Ezequiel 38, Dios le dice al profeta sobre una futura invasión de Israel por una coalición de naciones liderada por Gog de la tierra de Magog. El ejército es descrito como una horda vasta, que viene a saquear la tierra y llevarse la riqueza de Israel. Sin embargo, Dios promete intervenir y derrotar al ejército de Gog, mostrando su poder tanto a Israel como a las naciones.
El juicio del Señor sobre Gog
Ezequiel 39
En el capítulo 39 de Ezequiel, el profeta recibe otra visión del Señor sobre la destrucción de Gog, el líder de una coalición de naciones que vendrá contra Israel en los últimos días. El Señor declara que traerá a Gog y a sus ejércitos a un fin violento, y sus cadáveres quedarán en las montañas de Israel como testimonio de su poder y justicia. El capítulo termina con la promesa de que Israel morará en seguridad y protección para siempre.
Una visión del nuevo templo
Ezequiel 40
En el capítulo 40 del libro de Ezequiel, el profeta Ezequiel recibe una visión de un nuevo templo que será construido por Dios. Se proporcionan descripciones detalladas del templo y sus áreas circundantes, incluidas las medidas y los diseños intrincados de cada sección. La visión también incluye el nombramiento del sacerdocio para ministrar en el nuevo templo.
Las Cámaras Internas del Templo
Ezequiel 41
En el capítulo 41 de Ezequiel, el profeta recibe una detallada visión de los recintos interiores del templo. El capítulo ofrece medidas y descripciones del santuario, el Santo de los Santos y las cámaras laterales. Se enfatiza la grandeza y santidad del templo, así como la importancia de sus dimensiones y disposiciones específicas.
Los Patios Interiores del Templo
Ezequiel 42
Ezequiel 42 describe los patios interiores del templo, incluyendo las cámaras para los sacerdotes y las salas de preparación para los sacrificios. El capítulo también detalla las medidas y dimensiones de las diferentes áreas, resaltando la precisión y intencionalidad del diseño de Dios.
El Regreso de la Gloria de Dios al Templo
Ezequiel 43
En el capítulo 43 de Ezequiel, el profeta recibe una visión de la gloria de Dios regresando al templo. Ve al Señor en su trono y el templo se llena de su gloria. El Señor le dice a Ezequiel que morará en medio de su pueblo para siempre, y que nunca más profanarán su santo nombre.
La santidad del templo
Ezequiel 44
En Ezequiel 44, el Señor instruye al profeta sobre la santidad del templo recién restaurado. El capítulo establece quiénes pueden entrar al templo y quiénes están prohibidos, enfatizando la importancia de la pureza y la adherencia a la ley de Dios. A los sacerdotes se les asignan deberes específicos, y el capítulo concluye con un recordatorio de la fidelidad de Dios a Su pacto con Su pueblo.
La división de la tierra y la porción del príncipe
Ezequiel 45
Ezequiel recibe una visión de Dios en la que se le instruye a dividir la tierra entre el pueblo y el príncipe, y a establecer las medidas adecuadas para las ofrendas que se presentarán a Dios. El capítulo también incluye instrucciones para las responsabilidades del príncipe en la observación de las festividades y sacrificios.
La Adoración en el Nuevo Templo
Ezequiel 46
Ezequiel recibió una visión del nuevo templo que sería construido en Jerusalén, y en el capítulo 46, describe las normas para el culto que tendría lugar allí. El capítulo detalla la puerta por la cual entraría y saldría el Príncipe durante diferentes momentos de adoración y ofrendas al Señor, las ofrendas que se presentarían a Dios en diferentes días, y la disposición para que el Príncipe tuviera un área especial para sus ofrendas.
La Visión del Río del Templo
Ezequiel 47
En el capítulo 47 de Ezequiel, el profeta tiene una visión de un río del templo que fluye desde el santuario del templo. A medida que el agua sube, trae vida y curación al desierto estéril, y los pescadores pueden atrapar muchos peces en el río.
La División de la Tierra Prometida
Ezequiel 48
En el capítulo 48 de Ezequiel, el profeta recibe una visión de Dios sobre la distribución de tierras para las doce tribus de Israel en la Tierra Prometida. El capítulo detalla los límites específicos y dimensiones de los territorios asignados a cada tribu, con énfasis en la porción especial designada para el santuario del Señor.















































