Salmos 24
El Rey de la Gloria
El Salmo 24 celebra la soberanía de Dios sobre toda la tierra y el requisito de santidad para acercarse a su presencia. El salmista anima a las puertas y puertas de Jerusalén a levantar sus cabezas, para que entre el Rey de la Gloria. El capítulo termina con una declaración del reinado eterno de Dios y un llamado a adorarlo con santidad y reverencia.
1Salmo de David. DE Jehová es la tierra y su plenitud; El mundo, y los que en él habitan.
2Porque él la fundó sobre los mares, Y afirmóla sobre los ríos.
3¿Quién subirá al monte de Jehová? ¿Y quién estará en el lugar de su santidad?
4El limpio de manos, y puro de corazón: El que no ha elevado su alma á la vanidad, Ni jurado con engaño.
5El recibirá bendición de Jehová, Y justicia del Dios de salud.
6Tal es la generación de los que le buscan, De los que buscan tu rostro, oh Dios de Jacob. (Selah.)
7Alzad, oh puertas, vuestras cabezas, Y alzaos vosotras, puertas eternas, Y entrará el Rey de gloria.
8¿Quién es este Rey de gloria? Jehová el fuerte y valiente, Jehová el poderoso en batalla.
9Alzad, oh puertas, vuestras cabezas, Y alzaos vosotras, puertas eternas, Y entrará el Rey de gloria.
10¿Quién es este Rey de gloria? Jehová de los ejércitos, El es el Rey de la gloria. (Selah.)