Salmos 131

Humildad y Contentamiento en el Cuidado de Dios

El salmo 131 es una reflexión corta pero poderosa sobre cultivar un corazón humilde y contento. El salmista reconoce su tendencia a volverse orgulloso y ansioso, pero elige confiar en el cuidado amoroso de Dios. Anima a sí mismo y a otros a encontrar paz al descansar como un niño destetado en el regazo de su madre, cediendo el control y la necesidad de aspiraciones mundanas.

1Cántico gradual: de David. JEHOVA, no se ha envanecido mi corazón, ni mis ojos se enaltecieron; Ni anduve en grandezas, Ni en cosas para mí demasiado sublimes.

2En verdad que me he comportado y he acallado mi alma, Como un niño destetado de su madre: Como un niño destetado está mi alma.

3Espera, oh Israel, en Jehová Desde ahora y para siempre.