¿Quién fue José de Arimatea?

José de Arimatea era un hombre rico y discípulo de Jesús que, según el Nuevo Testamento, proporcionó un sepulcro para el entierro de Jesús después de su crucifixión. Se le menciona en los Evangelios de Mateo, Marcos y Juan, y es considerado un santo por muchas tradiciones cristianas. En los relatos evangélicos, se describe a José de Arimatea como un discípulo secreto de Jesús que tenía miedo de confesar su fe abiertamente debido a la oposición que enfrentaba de las autoridades religiosas de la época. Después de la muerte de Jesús, José de Arimatea se acercó a Poncio Pilato y pidió que el cuerpo de Jesús fuera colocado en su propio sepulcro. Es recordado como un modelo de fe y devoción, y es honrado como un santo patrón de sepultureros y hacedores de tumbas.